Guatemala 3 de marzo de 2025.
En los últimos años, Guatemala ha mostrado avances significativos en la reducción de la criminalidad, especialmente en 2024. Según datos de InSight Crime, el país cerró el año con una tasa de homicidios de 16,1 por cada 100.000 habitantes, registrando 2.869 casos en comparación con los 2.944 de 2023, lo que representa una disminución del 3,6%. Si bien aún enfrenta desafíos en materia de seguridad, esta tendencia demuestra que las estrategias implementadas han tenido un impacto positivo en la reducción de la violencia.
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Por otro lado, tradicionalmente se ha percibido a Costa Rica como uno de los países más seguros de la región. Sin embargo, los datos más recientes sugieren una realidad diferente. En 2024, Costa Rica registró 880 homicidios, alcanzando una tasa de 16,6 por cada 100.000 habitantes, superior a la de Guatemala. Esta cifra representa un récord histórico para el país y ha encendido las alarmas en la región sobre el incremento de la criminalidad y el crimen organizado
Paso de drogas
A esto se suma la creciente preocupación por el papel de Costa Rica en el tráfico de drogas. Según declaraciones del comandante Adam A. Chamie, de la Guardia Costera de Estados Unidos, ante el Senado estadounidense, entre el 60% y el 65% de la cocaína que se dirige a EE. UU. transita por la ruta del Pacífico oriental, que incluye a Costa Rica. Este dato refuerza la idea de que el crimen organizado ha logrado establecer nuevas rutas y puntos estratégicos en la región, lo que ha incrementado la violencia en el país.
Estrategias
En contraste, Guatemala ha recibido reconocimiento por sus esfuerzos en la lucha contra el crimen. En diversas instancias, se ha destacado la labor realizada para contener el avance del crimen organizado y mejorar los indicadores de seguridad. Estos logros han sido atribuidos a una combinación de estrategias gubernamentales, el fortalecimiento de las instituciones de seguridad y justicia, y la colaboración con organismos internacionales para combatir el narcotráfico y la delincuencia.
A pesar de los avances, el país aún enfrenta desafíos importantes en materia de seguridad. La reducción de la violencia debe consolidarse con políticas sostenibles que garanticen la continuidad de estos resultados en el largo plazo. La seguridad ciudadana no solo depende de acciones policiales y militares, sino también de la implementación de programas de prevención, inversión en educación y oportunidades económicas que reduzcan las condiciones que favorecen la criminalidad.
Estos datos desafían la percepción tradicional de seguridad en la región y evidencian que la situación en Centroamérica es dinámica y en constante evolución. Guatemala ha dado pasos importantes, pero aún queda trabajo por hacer. La clave está en fortalecer las estrategias que han mostrado resultados positivos y mantener un enfoque integral para garantizar la seguridad y el bienestar de la población.
Juan Luis Pinto H. / El Heraldo Guate
