Guatemala, 20 de agosto de 2025.
Desde hace algunos días, decenas de familias mexicanas han cruzado la frontera en busca de algo tan simple y a la vez tan urgente: seguridad. La violencia que azota comunidades en Chiapas las obligó a dejar atrás sus hogares, sus pertenencias para buscar refugio en la aldea Guailá de la Democracia, Huehuetenango, Guatemala.
La escuela local se transformó en refugio improvisado para alrededor de 100 personas, entre ellas niños, mujeres y ancianos que llegaron con lo que pudieron cargar.
“Lo que más necesitamos es tranquilidad para nuestros hijos”,
La comunidad no los ha dejado solos. Habitantes locales, junto a organizaciones humanitarias y autoridades, han buscado la manera de atender sus necesidades más urgentes: alimento, agua, un techo y atención médica. Además, se están explorando opciones para que puedan obtener un estatus legal en Guatemala mientras se define su futuro.
Aunque la situación es difícil, el espíritu de acogida y humanidad prevalece. Lo que comenzó como una crisis, hoy también muestra el rostro más noble de la gente que tiende la mano a quienes llegan con miedo, pero también con esperanza.
En este contexto, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) ha coordinado acciones con la Cruz Roja, Plan Internacional, la Procuraduría General de la Nación (PGN), el Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (CONAMIGUA) y la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET) para brindar asistencia humanitaria.
Asimismo, el IGM desplazará un equipo multidisciplinario para evaluar las necesidades de las personas afectadas y analizar la posibilidad de otorgar el Estatus de Permanencia por Razones Humanitarias y regularizar su situación migratoria en el país.
Información para El Heraldo Guate