En los últimos meses, los precios de las memorias RAM y las unidades SSD han aumentado significativamente debido a la demanda creciente generada por el avance de la Inteligencia Artificial. Empresas como OpenAI, Google y Amazon requieren grandes cantidades de memoria y almacenamiento ultrarrápido para entrenar y operar modelos cada vez más complejos, lo que ha presionado la cadena de suministro. Fabricantes como Samsung, SK Hynix y Micron han redirigido su producción hacia centros de datos, dejando menos inventario disponible para el mercado de consumo.

Este desbalance ha provocado que los usuarios domésticos y las empresas enfrenten costos más altos y tiempos de entrega más prolongados, especialmente en módulos RAM DDR5 y SSD NVMe de generaciones recientes. Incluso los componentes de gama media han sufrido incrementos de hasta un 30%, afectando a quienes buscan actualizar sus equipos para trabajo profesional o gaming. La situación podría extenderse durante todo el próximo año, ya que la demanda sigue creciendo y la producción aún no se ajusta al ritmo necesario.